miércoles, 11 de noviembre de 2009

una, dos, tres


El Hada Madrina
dice que debo volver
antes de las diez de la noche
antes del tercer timbrazo
de la bruja;
tengo que escabullirme
por la puerta trasera
y dejar las bragas bajo tu almohada,
el sostén sobre la lámpara
y mi número telefónico
en el buró;
sentarme a esperar
tu llamada
fumando un cigarrillo.

Escaparme por la ventana
caminar en la noche
timbrar, una, dos, tres veces
para que me pruebes las bragas
y el sostén
esperando ansiosa
que los vuelvas a quitar,
una, dos, tres noches más.

Delicias


Tú piel sigue tan suave
como la recuerdo,
tus manos aún queman
al tacto con mi piel,
no significa que lo he
dejado de querer,
ni significa que
he vuelto a amarte,
pero me gusta…
perderme en tus brazos
en la lujuria de tus ojos
y en la amargura de tus labios

el mismo sabor a cianuro,
sé que mañana vomitaré
tus besos
junto al whiskey
que bebimos esta noche,
pero no me importa
tener que escabullirme
a las tres de la mañana
para evitar perder la paciencia
y quererme quedar contigo
no sólo esta noche.