Sin puntos suspensivos

Es raro como últimamente se me viene a la cabeza nuestra historia, te he llamado de mil formas y he tratado de mirarte fijamente pretendiendo que no sucede nada, me conoces tan bien que sabes que me sucede todo, el pasado toca a mí puerta y las sábanas juguetonas vuelven volátiles a la memoria infectada de melancolia, el tu y yo quedo inconcluso, los puntos suspensivos siguen en mi subconsciente gritando para continuar donde nos quedamos pero... ES DEMASIADO TARDE... Mi piel ya no huele a ti y tu lugar en mi cama está ocupado por alguien que no es tu, y mis bragas tienen nueva dueña y nuestros pies ya no juguetean la noche entera evitando quedar expuestos en la fría madrugada, aún duermo del lado derecho sin tus manos en mi cintura, el demasiado tarde nos confundió con el temor a la soledad, y ahora... Tú duermes con ella, sin saber en qué puedo terminar nuestra historia, como si aún tuviéramos la oportunidad de una segunda parte hasta que al final diga... Y VIVIERON FELICES PARA SIEMPRE...