Lo primero que recuerdo es una habitación oscura, muñecas por todos lados y yo sentada en la cama, sola, jugando con ellas en la oscuridad, no había cosa más hermosa que la oscuridad, siempre me gusto estar sola a oscuras, desde muy pequeña me consideré anti-social, en ese entonces no entendía el significado de esa palabra, pero prefería estar sola en casa que con todos ahí dentro, la presencia de una persona más hacía que me llenara de rabia y al final no soportaba más y terminaba teniendo uno de mis episodios, mi madre siempre les llamó berrinches y me dejaba ahí llorando hasta que me “desahogara”, la única solución era que se largaran de ahí, habré tenido 6 o 7 años, antes de eso no recuerdo más, mi madre dice que fui una bebé feliz, ignoro que paso en el camino o que fue lo que ocasionó que me convirtiera en lo que soy ahora, incapaz de tener interacción con una persona por más de seis meses.
No recuerdo siquiera haber interactuado con algún niño sin que ese juego terminará en una pelea, siempre supe que prefería la soledad, siempre supe que había algo malo en mi, pero era más fácil tratar de ocultarlo que enfrentarlo, tuve que aprender a fingir, a jugar con los demás pero sin perder el control de la situación, me volví manipuladora y soberbia conforme iba aprendiendo a “socializar”.
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