domingo, 11 de julio de 2010

Ayer


Los ayeres quedaron esparcidos en la acera,
en las huellas de las zapatillas rojas
que llevaba esa noche,
algunos suspiros se aferraron a mi lápiz labial
antes de darte el beso de despedida
y ahora habitan en tu mejilla izquierda;
no contare los minutos ni los segundos para volver a verte,
tampoco esperaré junto al teléfono una llamada que no llegara jamás,
no dormiré con el móvil encendido,
mañana formaras parte de un ayer
y los suspiros se habrán desvanecido
justo cuando el viento olvide tu nombre.

Pedirte que te quedes conmigo esta noche
únicamente para no dormir sola
es condenarme a la amnesia
por que mañana el hoy no existirá
y con el ayer te habrás ido;
no pediré que te quedes
a menos que decidas congelar el momento
que el mañana no exista
y la eternidad dure más que un parpadeo de pestañas
sólo asi dormiré contigo
sin que venga un amanecer
y perdure esta noche.

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