martes, 24 de septiembre de 2013

En el país de mis Maravillas





Anoche caí
por perseguir un gato negro
con un sombrero de copa,
tu estabas ahí,
bajo mi cama,
con tus ojos tristes
y las sonrisas varada en los ayeres,

éramos dos búhos heridos
con una botella de whiskey barato en la nevera,
no quise enamorarme de ti
pero el sombrerero con sus locuras
pudo bajarme la guardia
y terminamos dormidos en
aquel viejo sofá,

tres botellas en le piso
jugando con el gato negro...

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