jueves, 26 de septiembre de 2013

Nada dura para siempre (Fragmento de la novela CIANUROS Y FRESAS)

Cuando piensas que todo va bien incluso llegas a pensar que ahora todo será diferente te das cuenta que nada dura para siempre, ni siquiera la tranquilidad suele durar mas que un abrir y cerrar los ojos, ese sentimiento de ansiedad acompañado de temor vuelve y altera todo, mandando a la mierda cualquier sueño que se quedo pegado en la suela de la zapatillas, anoche mientras despertaba de nuevo en el sofá de este chico me pregunte si esto es realmente lo que quiero para mi, en casa esta una pequeña que es lo único bueno que ha salido en mi vida, espera ansiosa que regrese para jugar a las muñecas, tal vez lo alucine pero Jesús anoche me dijo que quería un hijo conmigo, desde que nació mi pequeña me prometí no volver a tener hijos, se que el me ama, lo he notado en la forma en la que me mira, pero la pregunta sería ¿yo lo amo?, no lo sé, hace mucho que deje de sentir amor hacia alguien mas que no fuera yo, es difícil pensar en una familia cuando ambos estamos alcoholizados la mayoría de los días de la semana, tal vez aun sigo con mis perjuicios, esos que tanto menciono Ricardo cuando me decía que mis perjuicios no me dejaban disfrutar el momento, simplemente mi familia fue demasiado tradicionalista en ese aspecto, jamas vi a mi padre alcoholizado y por lo tanto no me gustaría que mi hija tuviese un padrastro alcohólico ni procrear un hijo con alguien así, no lo sé, no lo sé... Todo es tan confuso, tal vez debería disfrutar solo el momento, aun tengo 22 años, y toda una vida por delante, es demasiado pronto para preocuparme por pensar con quien pasare el resto de mi vida, la vida es una ruleta, sube y baja, tal vez ni siquiera llegue a envejecer, nadie tiene la vida comprada y los planes pueden pudrirse y morir antes de siquiera empezar a llevarlos a cabo, todo es una mierda, es la única seguridad que tengo....

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