lunes, 13 de julio de 2009

Inexperta



No hay nada que decir
tampoco hay algo que olvidar,
las palabras se quedaron afónicas
inexpertas en el hablar del tiempo
perdidas
asfixiándose en las medias de seda,
los tacones suenan al paso de la nada
y los pies nadan en las zapatillas rojas,
perdiendo el mecanismo de las piernas
y las andadas a media noche
sobre Avenida Texcoco,

ya no queda más que hablar,
no hay que contar,
tampoco que insinuar,
los pasos se borraron al amanecer
y el Whiskey se seco en los labios
antes de llegar a la garganta;

No hay nada que escribir,
tampoco que recordar,
el vaso se ha quedado vacío
y la boca seca,
los labios se quedaron ciegos
y los ojos mudos
inexpertos en el hablar de la memoria.

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