miércoles, 1 de julio de 2009

Vaivén


Cuando las manecillas marquen el minuto
sólo quedarán cadáveres de botellas
sobre la mesa,
junto a las alas rotas
de memorias olvidadas
y miradas arañadas
o
quizá….
se quebrante el silencio
en palabras sin sentido
y sin dueño,
con la locura al ras de la razón
nublando el humo del cigarrillo
y a las sonrisas frías
que enmarcan rostros quebrados,
ojos tristes ocultando una verdad
cruel y despiadada
de una vida inexistente.

Las manecillas se tragarán
esos momentos efímeros
o, tal vez…
se encajonarán en las noches,
con las miradas rotas
y las alas arañadas
tomando cadáveres de sueños
en el inconstante vaivén
de la noche.

2 comentarios:

  1. ufff, que poema.
    ese inconstante vaivén oscuro...
    besos volados.

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  2. Anónimo3/7/09, 5:21

    Sí, estoy de acuerdo con Juanra... El poema es ocuro, opaco y muy, muy hermoso. Me gusta esta línea que lehas imprimido a tus textos.
    Uff... Depeche Mode, de fondo....
    Un abrazo grande.

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