miércoles, 19 de mayo de 2010

Ofrezco mis servicios.

Ofrezco mis servicios, decía un anuncio pegado en la tienda de Don Juan. -Servicio, hum!!! – Pensé - Eso suena como a sexo- El anuncio traía un teléfono, así que lo anote, siempre la morbosidad ha sido unas de mis perdiciones. Me metí a la tienda, compre huevo, jamón, tortillas de harina, y queso Oaxaca, se me venía a la mente ese anuncio, quizá también debería poner uno y dejar de coger gratis, ¿como sería?, tal vez tendría que cerrar los ojos por que llegaría todo tipo de personas con el anuncio. – Aquí esta niña – Me dijo Doña Amelita, con una cosa rara en la cabeza, me le quede mirando descarada y detenidamente tratando de encontrarle forma a esa cosa que traía, tenia forma de cono, pero era su propio pelo, vaya que hay personas raras en esta vida, ahora mi atención estaba sobre la cabeza de la Vieja Amelia y no en el anuncio.

– ¿Algo más?
– No, gracias, ¿Cuánto es?
– Sesenta pesos – Le di un billete de cien y me devolvió el cambio.

“Ofrezco mis servicios”… esa frase venía caminando en mi cabeza desde que la leí, claro la vieja Amelia había hecho que se fuera con su peinado tan peculiar, en realidad nunca había visto ese peinado, ni en las pasarelas más extravagantes, la vieja Amelita tenía su propio estilo singular, pero nuevamente me azoto la oración del anuncio, y tenía curiosidad de saber que servicios ofrecía, y como Amelita se había prestado a poner ese anuncio en su tienda, tal vez Amelita y Don Juan tenían una vida sexual demasiado ah!!!!... no, no, no, vaya que todo esto es tan raro, pero era gracioso el imaginar a los dos viejos escogiendo pareja en un bar Swinger. Llegue a casa, metí todo a la nevera, el hambre se me había ido, tenía una misión ahora, saber que quería decir el anuncio y por que Amelita estaba involucrada en todo esto, así que marque y me contesto una chica con voz sexy, al solo escucharla dije “esta es una puta”.

- Ehm!!! Leí tu anuncio en la tienda de Don Juan, pero quiero saber en que consiste tu servicio.
- Bueno el servicio consiste en un masaje relajante, ya sea en tu domicilio o en el mío.
- Y ¿eso es para mujeres, o también hombres?
- Para ambos. – Lo sabia es una puta.
- Si te interesa tengo libre la tarde. – Whatt??
- Ehm, déjame pensarlo, espero tu tarifa no sea muy alta.
- Son $300.00 por el masaje.
- Ok, te llamaré.

Demasiado tentador la oferta, pero… no, no, no, mejor me iré a comer algo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario