Mi madre me dijo, muy seria y consternada:
- Hija, ¿no será que eres ninfomanía?
Así que pensé en decirle que si, tal vez así no dirá nada si me acuesto con quien quiera, diría – Hay mi hija, es que tiene sus necesidades – O quizá me llevaría con el medico y se daría cuenta que no soy ninfomanía, solo una puta…
- Hay mamá, no lo sé tendría que preguntarle a un doctor.
- Mañana te sacaré una cita con el médico.
- ¡Mierda!
No hay comentarios:
Publicar un comentario