Me convertiré en palabra proscrita que habite en la punta de tu lengua, capaz de tragarse el mundo para iniciar desde nada, sólo contigo, por que el camino que tienen que recorrer tus dedos para llegar a mis senos va más allá que una mirada que se pierde en el alba, por que el roce entre tu respiración y mis muslos es tan lejana pero no imposible para convertir en nada ese abismo, escucho los latidos de tu corazón, el aliento del verano que circula en Diciembre; aunque digan que en diciembre es invierno y la brisa suele ser fría, pero desde hace 20 meses para mi siempre es verano, las palabras caen de tus labios y hacen florecer los sentimientos en mi vientre seco e infecundo, busco tu boca con ansiedad para recuperar lo que me robaste cuando me perdí en tus ojos, y lo dejaste resguardado en tus brazos alejándolo del dolor del pasado y protegiéndolo del presente iluso que se empeña en ser mi verdugo, por que eso es mi presente, me castiga por cosas que hice en el pasado sin imaginar que los recuerdos carcomen el alma y me muestran lo que era y en lo que termine siendo. Quiero descubrir cual es la diferencia entre la ausencia y la distancia, entre tus ojos y el cielo, entre tu ser y la felicidad, entre tu piel y el futuro, por que por más que intento encontrar que diferencía todo eso me doy cuenta que la distancia se convierte en nada cuando pienso en tus ojos que brillan aún más que el cielo a medio día, que la felicidad sería efímera si no existiera tu ser y que tu piel es el camino que me ayuda a escapar de un pasado estéril para disfrutar de un futuro.
También se que el camino se acorta en cada palabra que escucho brotar de tu boca por que reviven la esencia que me ultrajaron hace más de una década, sigo las huellas de tus brazos con gran seguridad que sólo ellos pueden abrigarme.
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