No pido que te quedes
sólo quiero un último abrazo,
después te pediría un último beso
un último amanecer
un último día
un último recuerdo
y así pasaríamos
tres vidas
tratando de decirnos adiós
el final se alargaría
cuatro décadas en la cama
siempre con el punto final
en el tintero
y nos aferraríamos
vidas enteras uno al otro
siempre con la despedida
en la punta de la lengua.
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