Ella le regalo sus piernas
a la noche para convertirse en búho,
empeño sus sonrisas
por whiskey en las rocas,
para vagar por andenes olvidados
y pasar la noche en moteluchos de paso
con las piernas en subasta
y las bragas
haciéndole compañía
a los cadáveres de cerveza
en la alfombra,
ella quiso ser búho
y comprar a la luna
con besos de mentiras y
miradas de alquiler.
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